La soledad elegida nos puede hacer bailar al ritmo del Universo
El sentimiento de la soledad puede fluctuar desde no conseguir intimar con los demás hasta un profundo dolor por haber sufrido bullyng
Para algunas personas la palabra soledad puede ser sinónimo de abandono, sobre todo para las personas que son dependientes emocionalmente, y suelen anteponer las relaciones con los demás por encima de todo, incluso de si mismos y de su ocupación profesional con la consiguiente carga de sufrimiento que eso puede implicar.
Pero donde realmente la soledad es dolorosa, es cuando una persona no se siente respetada ni valorada por una familia, grupo de estudio o de trabajo. Puede ser desde sutiles desprecios hasta incluso llegar la persona a sufrir bullyng.
Lo curioso de todo esto, es ver como muchas veces la mayoría de personas de esa familia o grupo, confluyen con la que aparta o maltrata psicológicamente y nadie levanta la voz por la supuesta víctima.
Cuando la soledad es elegida es una fuente de creatividad, crecimiento personal y bienestar.
No es de estas dos situaciones anteriores de las que quiero hablar, sino de la soledad elegida, la que nos permite ir más allá de nosotros mismos: más allá de nuestro cuerpo, mente y emociones. La que nos permite conectar con nuestra esencia, con ese potencial ilimitado que todos tenemos en nuestro interior. La soledad elegida puede ser un momento de relajo donde aflore la inspiración y la creatividad. En soledad, el ser humano escribe libros, compone música, pinta cuadros…la mayoría de obras de arte se han hecho en solitario.
La soledad es necesaria para sentir y explorar nuestras emociones. Es necesaria para conectar profundamente con la naturaleza y sentir que formamos parte de un todo. Para hacer introspección y conocernos a nosotros mismo y preguntarnos quiénes somos y que queremos.
Sólo cuando estamos solos podemos conectar con quienes somos de verdad, bucear en nuestro interior y sentir nuestra esencia. Esa esencia es una fuente de potencial ilimitado donde todo es posible. Sólo cuando estamos solos podemos ir más allá de nosotros mismos y conectar con el amor y no me refiero al concepto romántico sino a la energía universal. Cuando lo hacemos, ya no nos sentimos solos, ya que conectamos con algo más grande, con la bondad e inteligencia del Universo.
No importa si nuestras vidas pasan por momentos muy complicados o tenemos conflictos con personas, siempre podemos recurrir a ese espacio seguro, a esa conciencia colectiva. A lo que Deepak Chopra llama la gran fuerza organizadora y unificadora del Universo.
Todos podemos acceder a esta fuente de amor y bienestar, sólo tenemos que parar la mente, parar el parloteo mental y focalizar la atención en nuestra respiración y en nuestro cuerpo. Entonces es cuando vamos más allá de nosotros mismos. Más allá de nuestro cuerpo, mente y emociones. Si además evocamos sentimientos de amor y de compasión, nos unimos a la conciencia colectiva y entonces podemos sentir que no estamos solos y que pertenecemos a algo muy grande e inspirador. Desde ahí todo es posible, hasta los milagros. Y entonces ¡podremos bailar al ritmo del Universo!