Para subir la autoestima es necesario pasar un proceso educativo de conocerse y aceptarse uno mismo, experimentando el cambio desde el corazón a la autenticidad. Para ello es muy importante conocer cuales son nuestras fortalezas y habilidades y potenciarlas al máximo.
Para conocernos mejor hemos de explorar cuales son nuestros valores principales y eso nos dará mucha seguridad a la hora de tomar decisiones. Por ejemplo. Si uno de nuestros valores principales es la seguridad preferiremos tener un trabajo de funcionario que ser free-lance y al revés. Y esa seguridad hará que nuestra autoestima se fortalezca. También es fundamental saber cual es nuestro propósito o misión en la vida. Esto hará que nuestra vida tenga un sentido más concreto, que sepamos hacia donde vamos.
Es muy importante deshacerse de creencias limitantes que son viejos paradigmas que nos limitan nuestras capacidades. Algunas personas, no valoran virtudes propias tan importantes como la espontaneidad, la generosidad o la demostración de afecto u otras. Y les parecen más bien debilidades. En las sesiones de Coaching, cuando les miro a los ojos y les reconozco esas virtudes, empiezan a entender que tienen una parte magnífica en su interior, y que su esencia es muy rica, y empiezan a valorarse, a aceptarse más y a quererse.
Todos estamos necesitados de amor, pero ¿qué es más importante el amor a uno mismo o el amor a los demás?Para amarse uno mismo hemos de amar a la persona humana. Y a más ames a los demás, más te amarás a ti mismo y al revés. Si aprecias a las personas, si intentas ver las virtudes e intentas no juzgar, este amor te lo devolverá la vida y estarás más feliz, y tu autoestima subirá. Es como una espiral de amor que se retroalimenta.
La meditación en cualquiera de sus formas, es una técnica excelente para relajar la mente y permitir que nuestra propia sabiduría salga a la superficie y frene las energías negativas y sus consecuencias. Se frena el ego que son esas voces interiores que nos parlotean continuamente en nuestra cabeza. Muchos de nosotros identificamos esas voces de nuestra mente, con nuestro ser, y el ser humano es mucho más que eso. Somos espíritu, emociones, alma, cuerpo…La meditación consigue que ese parloteo, que ese ruido mental se relaje y que salga nuestra sabiduría de nuestro ser esencial y que seamos conscientes del momento, que nos sintamos más felices, más plenos y que nos queramos tan sólo por el hecho de estar vivos, de pertenecer al universo y de ser parte de un todo y nuestra autoestima sube.
Es curioso que en estos momentos que vivimos que cada vez somos más materialistas, y en el que incluso muchas personas se someten a intervenviones quirúrgicas para estar más jóvenes y bellas, muchas personas, no aprecien su cuerpo y no le dediquen cuidados como relajarlo, sentirlo, hacer ejercicio o llevar una dieta sana. Nuestro alma, nuestra conciencia habita en nuestro cuerpo. Y por ello debemos cuidarlo, relajarlo, sentirlo. Nuestro cuerpo es un obra de ingeniería, una obra de arte y merece que lo cuidemos. El hecho de estar cuidándonos es el mejor regalo que podemos hacernos a nosotros mismos ya que elevará nuestra autoestima y nos hará sentirnos más felices y seguros.