Si tu hija/o adolescente tiene una actitud rebelde, suspende en el colegio y/o se aísla en su habitación. No te preocupes, preocuparse, angustiarse, darle vueltas e intentar cambiarla/o no es eficaz. Y menos culpar o criticar.

En lugar de preocuparte: ¡OCÚPATE! No interés cambiarla/o, sino cambia tú. Cambia tu energía por una más serena, firme y segura. Transmítele confianza, dale reconocimiento, déjale más espacio, ofrécele ayuda… y poco a poco verás cambios en tu hija/o

En lugar de esperar a que las cosas sucendan, podemos tomar la iniciativa e influir, crear el espacio para que ocurran, y no derrochar nuestra energía y tiempo criticando e intentado cambiar a las personas. SE PROACTIVO/A y haz los cambios desde tí.

Desde ahí vamos a influir mucho más y podemos crear sinergias que empoderen a nuestros hijos/as.