El respeto hace que las personas se miren de verdad: se vean, se escuchen y se valoren. Respetar es reconocer y reconocer es valorar. El respeto es el valor que hace que las relaciones prosperen. Es el contenedor dónde se asientan los demás valores para que se creen sólidos vínculos afectivos y la relación pueda germinar y florecer.

Por el contrario, si no hay respeto, es como si la relación estuviera en un desierto dónde no puede crecer nada, ya que en lugar de crear valor se destruye continuamente.

Las causas de faltas de respeto pueden ser múltiples: afán de control, descargar emociones en otra persona que no se saben gestionar, hacer de menos a alguien para conseguir objetivos, hacer de menos para sentirse superior…

Ser cuidadosos en la forma de comunicarnos hace que podamos crear sinergias y tengamos relaciones plenas.

El respeto no conoce edad ni estatus ni clase social. Desde el respeto, el entendimiento es fácil aunque se tengan diferentes ideas. Nadie está en posesión de una verdad absoluta.

El respeto es un valor de doble faz: si lo faltamos a alguien, nos lo faltamos a nosotros mismos

Cuando perdemos el respeto nos lo estamos perdiendo a nosotros mismo. El respeto es como una espada de doble filo, si se lo faltas a alguien, te lo faltas a ti mismo. Las faltas de respeto dañan también al que las produce, sintiéndose mal y desconectando de su interior: de su esencia y de la capacidad de amar y de ser amado. Si se convierte en un hábito, en una forma de vida, será imposible que lleve una vida plena.

Todo se puede decir desde el respeto incluso poner límites. Sólo hay que nombrar el comportamiento o la actitud sin utilizar el verbo ser, “eres un tal”. Podemos explicar el contexto, lo que está pasando o ha pasado, como nos sentimos y qué necesitamos.Si tenemos una situación en la que sentimos que tenemos que poner límites, lo haremos desde el respeto, sin etiquetar, ni criticar. De una forma aséptica pero con firmeza.

El respeto no es sólo el valor que hace que haya conexiones entre personas, también nos hace estar conectados con el universo. Es algo espiritual. Todo lo que es y está se merece ser respetado: las personas, los animales, las plantas, las cosas. Todo tiene vida, todo tiene energía.

En Coaching Bouton, en las sesiones de coaching se trabaja mucho el valor del respeto ya que es necesario para que la personas tengas una autoestima sana, para tener una conexión con el universo y para que las familias vivan en armonía en base al valor del respeto y la confianza.