Mente, emociones, alma (esencia, o Yo superior), y cuerpo. ¿Quién lidera?
Si hacemos una analogía con un carruaje con el ser humano, en el que el caballo son las emociones, el cochero la mente, el alma la fuerza interior y el carro el cuerpo. ¿Quién lidera?
La mayoría de las personas que vienen a hacer un proceso de Coaching me dicen el cochero, o sea, la mente. Sin embargo, la mente tiene muchas limitaciones ya que tiende a protegernos de todo y nunca haríamos cosas incómodas ni extraordinarias.
La mente es muy útil para estudiar, organizar, pero no debería de tomar decisiones importantes sin consultar con el corazón, con nuestra esencia.
Las emociones no lideran, sin mente se pueden disparar y descontrolarse.
Las emociones son las que marcan el ritmo del caballo. Que estoy motivado, a galope. Que estoy triste, me paro. Que estoy enfadado, sin control del cochero puedo acabar en la cunera tirado.
Es el alma o yo superior quién decide. Le dice al cochero adónde quiere ir y el cochero gestiona las emociones.
Por supuesto, a mejor cuidado está el cuerpo, más lejos y seguro vamos a ir.
Es una armonía, somos seres multidimensionales, no mentes dando vueltas por la vida sin sentido como pollo sin cabeza.
Para escuchar la esencia o yo superior hay que parar, escucharse, estar con uno mismo. Entonces podemos sentir la maravillosa energía del universo y cargar pilas.
¿Porque lidera la esencia?
Por qué puede conectar con las demás esencias de las personas, y con la matriz, con el universo.
Porque sabe lo que queremos: valores, propósito de vida y lo más importante, porque no tiene limitaciones desde ahí todo es posible.
El carruaje es una herramienta que se enseña en el curso de Coaching especializado en jóvenes y familias que impartimos en noviembre.