Desde 2008 estamos inmersos en una crisis económica mundial que está afectando a países desarrollados y especialmente a algunos países con una gran deuda como España y Grecia. Parece como si el sistema capitalista estuviera colapsado y no tuviera solución. Muchos de nosotros pensamos que no podemos hacer nada ante esta crisis, que eso le toca a los políticos y separamos la economía de nuestra vida y la dejamos para los eruditos. Es un gran error ya que tenemos el poder de decidir que compramos, como y donde.
Necesitamos un cambio de paradigma. Todos deberíamos concienciarnos de que para conseguir que nuestro mundo sea un lugar mejor para vivir, tiene que haber un cambio de los valores de la sociedad y de las empresas. Estamos seducidos por el consumo material y a veces compramos compulsivamente. La expresión salir de compras es sinónimo para muchos de diversión. Hemos perdido un poco nuestra forma de ser que tiene que ver más con sentir que con el de acumular objetos por muy bellos que sean. Una emoción sincera, un sentimiento, nos hace sentir mejor cualquier objeto por muy bello o útil que sea.
Hay otro mercado, el espiritual y el cultural, que nos puede ayuda a ser mejores personas, más creativos, a descubrir cual es nuestro propósito de vida o misión en el mundo y así dar sentido a nuestras vidas y no solamente trabajar para ganar dinero sino por que es nuestro proyecto de vida. Podemos consumir cultura, hay todo tipo de cursos para el crecimiento personal. De esta forma se seguiría existiendo consumo pero espiritualidad, crecimiento personal, cultura, música…de hecho esto está sucediendo, están proliferando cursos de todo tipo de nuevas terapias, meditación, congresos de psicología, de coaching, donde las personas pueden conocerse mejor, crecer y llevar una vida más plena, y no simples objetos fabricados con el fin de estropearse o gastarse lo antes posible y volver a comprar otros ya que nuestro planeta está enfermo y lleno de basura y contaminación.
Otra cosa muy importante es donde compramos. No podemos comprar en los lugares más baratos sin preguntarnos si hay explotación detrás ya que muchas veces hay seres humano que sufren y casi siempre niños. Siempre que se pueda deberíamos comprar productos ecológico ya que no suelen ser frutos de la especulación ni de la explotación, además de ser produtos menos nocivos para el planeta. No deberíamos sólo mirar el precio sino lo que hay detrás del mismo. Por ese motivo y por la especulación nace el movimiento del precio justo o FAIRTRADE y estos son sus principios: Salarios y condiciones de trabajo dignos. No a la explotación infantil y al trabajo esclavo. Igualdad hombre mujer. Organizaciones productoras democráticas. Parte de beneficios destinados a mejoras sociales. Productos de calidad. Respeto del medio ambiente. Producto de calidad. Compromiso comercial largo plazo. Así pues podemos hacer mucho comprando productos que tengan el sello de comercio de precio justo o ecológicos.
También deberíamos saber en qué invertimos nuestro dinero, en que invierte el dinero el banco donde tenemos nuestras cuentas ya que podría incluso dedicarse al negocio de armas y así hoy en día todavía hay muchas guerras en el mundo. No tenéis más que navegar por internet y buscar información al respecto. Como se explica sino que hoy en día con todos los adelantos técnicos y científicos hayan unos 26 países en guerra en el mundo.