La mayoría de las personas se consideran inteligentes, sin embargo, no ocurre lo mismo con considerarse creativos, cuando eso es algo innato en el ser humano. Como dice uno de los pilares del coaching Co-Activo: “Todos somos por naturaleza completos, creativos y llenos de recursos”. La inteligencia creativa está en nuestro interior. Ser más o menos creativos depende del entorno en el que nos hemos desarrollado, de nuestras creencias y de nuestro bagaje cultural. Es un recurso muy poderoso que tenemos y que nos ayuda a superar retos, a imaginar la vida que queremos y a crearla. La creatividad se puede desarrollar y ampliar. Tiene mucho que ver con salir de nuestra zona de confort, atreverse a sentir y desafiar lo obvio.
La creatividad es una habilidad muy importante para danzar con el coachee. Integrando los tres principios del Coaching Co-Activo (Proceso, Plenitud, Equilibrio), permite al coach ser muy flexible e improvisar en cada momento de una sesión de coaching. Podemos acompañar al coachee a experimentar lo que está sucediendo en el momento en el que se encuentra, llevarle a la plenitud para que sienta lo que le hace feliz y explorar diferentes perspectivas para que tome elecciones conscientes y pueda crear su propia realidad. Acompañarle en ese viaje hacia su interior, para que sienta ese lugar nuevo, para que vaya más allá de si mismo, de sus pensamientos y emociones.
Si el coach en una sesión elige el principio de plenitud porque el coachee dice que está volando, le puede pedir que cierre los ojos, preguntarle como está volando y escenificarlo con él. (Da igual si la sesión es presencial, por Skype o por teléfono. Si es presencial o por Skype es recomendable pedirle al cliente que cierre los ojos y que el coach haga lo mismo). Si unos segundos más tarde el coachee dice que vuela bajo porque se siente muy pesado, el coach puede cambiar la danza y adaptarse al nuevo paso del coachee y pasarse al coaching de proceso, acompañarle a sentir ese peso que le hace volar bajo y explorar.
Escenificando las metáforas que propone el coachee, lo que conseguimos es llevar al cliente al cuerpo, al sentir y a experimentar su vida. Tanto si utilizamos el principio de proceso, de equilibrio o de plenitud. Llevando al cliente al sentir nos metemos en el territorio del subconsciente que es muy interesante de explorar.
En el Coaching de equilibrio podemos utilizar la creatividad para vivir cada perspectiva, escenificarla como si fueran pequeñas obras de teatro, (siempre poniéndonos al lado del coachee, no enfrente si es presencial) para hacer que el coachee las viva. Si el coachee te dice que le gusta jugar a fútbol, coge una pelota y juega a fútbol con él. Si le gusta hacer surf, surfea con él, si le gusta la pizza, cométela con él … llévale a las sensaciones a las emociones.
Las visualizaciones son otra técnica del coaching en que la habilidad de la creatividad es muy útil. Me parece más recomendable no leerlas, inventárselas e improvisarlas. Podemos hacer sentir al coachee la plenitud que desea para vivir una vida en armonía con sus valores si, a la vez que las creamos, nos conectamos con él y con lo que está pasando en la sala. Además se pueden hacer “a la carta”.
Si por ejemplo la agenda mayúscula de un adolecente es arreglar la relación con su madre que hace un año que no ve por un enfado, le pides que se traslade imaginariamente al mejor de los futuros posibles. No hace falta dar muchos detalles para que sean ellos los que imaginen, pero si llevarles a sentir esa plenitud que anhelan. Hacer que la sientan y que la vivan.
Si es una persona que quiere conseguir un trabajo creas una visualización donde se encuentre en su lugar de trabajo ideal. Si es una persona que quiere adelgazar puedes crear una visualización en la que está en su peso ideal. Si es una adolescente que tiene que pasar un examen de conducir, crear una visualización donde conduce un coche que huele a nuevo, sonando de fondo su música favorita y divirtiéndose con sus amigos. Como he dicho antes es importante no dar muchas pistas para que los detalles los ponga el coachee.
La creatividad nos lleva a crear otras realidades que son nuevas posibilidades y oportunidades. Nos ayuda a que nuestro coaching sea más rico, más vivo y más divertido. Si en la sesión de coaching llevamos al coachee a experimentar, al sentir, se conectará con esa magnificencia del ser, con esa grandeza de la que habla el coaching Co-Activo, con su alma. Y el coach podrá sentir como vibra, como resuena, como un instrumento bien afinado. Esa música es muy bella y es señal de que se está haciendo buen coaching.
El ser humano tiende a la rutina, a la seguridad de lo conocido. Como coaches tenemos la responsabilidad de salir de nuestra zona de confort y ser tan creativos como nos permita la danza Co-Activa. Así esa danza será más viva emocionante. Crear con lo que haya para que el coachee de un paso más hacia la vida con la que sueña.
Lourdes Pérez Bouton
Coach CPCC (CTI), ACC (ICF), ORSC,
Lda. Filosofía Pura
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