El amor mal encauzado nos puede ahogar.
Las personas que sufren TLP o Trastorno Límite de la personalidad, pueden llegar a sentir mucho amor, estar mal encauzado y ahogarse en él.
El amor es el más bello y puro sentimiento y está en todos nosotros. Como dijo Gandhi, el amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de que dispone el ser humano. Aunque si el amor no está bien encauzado, si no logramos proyectarlo nos puede ahogar. Eso es lo que les suele suceder a algunas personas que sufren TLP o Trastorno Límite de la Personalidad. Quien sufre este trastorno, entre otras cosas, tiene problemas para controlar las emociones, comportamientos impulsivos e imprudentes, relaciones inestables y dependientes y además pueden tener conductas agresivas o auto-lesivas.
Quiero dejar bien claro que si una persona requiere mis servicios para hacer un proceso de coaching y tiene un diagnóstico de TPL, la acojo encantada con la condición de que tiene que continúe con el tratamiento con su médico habitual.
Desde la perspectiva del coaching, puedo permitirme olvidarme del diagnóstico y explorar su alma. Centrarme en sacar a la luz los valores, las cualidades y las fortalezas de esa persona, esos tesoros que por que por alguna razón permanecen ocultos.
Cada caso es único, aunque según mi experiencia (el universo ha querido que llegaran a mi algunas personas con este trastorno), estas personas suelen tener una excesiva sensibilidad que hace que todo lo amplifiquen y exageren, y, que por algo insignificante, se sientan muy frustrados y tengan reacciones exageradas. Esta excesiva sensibilidad les lleva a tomarse las cosas personalmente. Esto hace que por nada se derrumben y que les cambie el estado de ánimo continuamente.
Sobre todo en el tema de las relaciones, tienden a necesitar mucha atención y tienen un sentimiento continuo de vacío y de abandono que les lleva tener relaciones de pareja tóxicas, a hacer lo que sea para mantener la pareja u obtener amistades. Todo esto hace que mendiguen un poco de cariño a cualquier precio y como consecuencia de esto tienen la autoestima muy baja. Y eso puede provocar trastornos de alimentación, conductas agresivas, auto-lesivas o con consumo de drogas.
Por otra parte también he comprobado que suelen tener madres que han sentido la vulnerabilidad de sus hijos/as y que les dejan poco espacio para desarrollarse bien, sea por sobreprotección o por ser demasiado críticas. Con lo cual estas personas suelen tender a adoptar un rol inmaduro. Con las madres sobreprotectoras está claro el porque asumen un rol inmaduro. Con las demasiado críticas, al enfocarse habitualmente en lo negativo y no reconocer las cosas que hacen bien, se cierran en si mismos/as y deciden tener comportamientos inmaduros.
Lo primero que hago son unas cuantas sesiones de coaching para que la persona sea consciente de que es lo que está realmente ocurriendo en su vida. ¿Cómo se siente en este momento de su vida? ¿qué es lo que desencadenó esta situación?, ¿cuál es el precio que paga por esas conductas? ¿quién está dejando de ser? ¿Cómo sería su mejor versión? y ¿como impacta en los demás?. Después de tomar conciencia de cómo es su vida, le pregunto si quiere cambiar y a que se compromete para conseguirlo.
Lo más importante es llegar a su alma, a su ser interior explorarlo y conectar con esa parte de la persona que todavía está intacta y que sabe quien puede llegar a ser. Suelo encontrarme con un ser muy dulce, lleno de amor hacia las personas, que necesita dar y recibir amor a raudales y que a veces no encuentran el como. Que se ahogan en su propio amor si no consiguen proyectarlo en otras personas, que agonizan por falta de amor. El amor que pueden sentir es muy grande, está mal encauzado y se ahogan en él.
BP es una chica muy bonita de 19 años que llegó a mi después de haber superado la adicción a la marihuana y problemas con la comida. También sufría una dependencia emocional hacia un chico con el que tenía una relación muy tóxica en la cual ella se había rebajado totalmente buscando desesperadamente cariño, y aguantando faltas de respeto continuas.
Su comportamiento era muy infantil, estaba muy triste, muy pasiva y permanecía casi todo el tiempo en la cama. Frecuentemente sacaba su rabia pegando portazos o rompiendo cosas.
Cuando llegó a mi, parecía estar petrificada, después de unas cuantas sesiones me dijo en esa época que se sentía como una estatua. Le costaba hablar, su mirada estaba fija y casi no se movía, sólo para quitarse las pieles de las uñas. Eso si, aun así, venía arregladísima, cosa que me llamó mucho la atención, muy bien maquillada, con el pelo muy bien planchado, y las uñas perfectas. Incluso tenía la obsesión de que no podía salir de casa sin antes estarse horas arreglándoselo.
Estaba claro que su futura profesión tendría que ver con la imagen y la estética. Ese fue el primer descubrimiento que hicimos, que ella podría trabajar en algo que le encantaba y que hasta ahora lo había rechazado, quizás por comentarios de los demás en cuanto que no era una carrera seria. Enseguida se sintió muy aliviada ya que le gustaba mucho y podría estudiar algo que le apasionaba y que podía hacer muchas horas al día sin cansarse.
Indagando en lo que es importante para ella, en los valores que necesitaba que estén presentes en su vida para ser feliz, la mayoría estaban relacionados con el amor: el cariño, la familia, ayudar a los demás, el amor, la maternidad…En ese momento todo ese amor que ella podía sentir estaba totalmente bloqueado y se lo regalaba obsesivamente a una relación de pareja muy tóxica que le hacía sentirse como una prostituta, ya que como he dicho antes, se rebajaba al máximo con tal de recibir una migaja de amor.
Le reconocí su dulzura y capacidad de amar y la animé a esparcir su amor por todas partes, que ese amor lo proyectara al mundo y no sólo a un chico que ni siquiera la respetaba. Esa fue la clave. Cuando se sintió vista, sus lágrimas brotaron de los ojos y algo cambió en ella. Le expliqué que el amor no sólo se siente por una pareja, se puede sentir por la vida, por la profesión, por las personas que te rodean, y por todas las personas que existen. Si. Ella tiene esa capacidad, la de sentir amor por todo el mundo. Poco a poco empezó a llamar a antiguas amigas, y a hablar con todo el mundo y fijarse en otros chicos.
Lo que en realidad necesitan aparte de los medicamentos pertinentes, es que crean y confíen en ellos. Ser vistos. Que alguien les diga algo como: puedo sentir el amor que hay en tu corazón y que a veces te ahoga y te animo a que en vez de guardártelo par ti o que se lo entregue al primero que venga buscando sexo, lo reparta a toda la personas que te rodean y que te quieren, que vayas sembrando amor allá por donde vayas y volverá a ti en forma de cariño, sonrisas. Y además cuando tu crees tu propia familia lo podrás hacer a tu manera y darles todo ese cariño que sientes.
Esta hermosa joven, actualmente está muy ilusionada con su nueva vida. Cada vez es más autónoma y la imagen que tiene de si misma es una chica guapa con un buen físico, muy cariñosa y dulce. Le espera un futuro prometedor en el ámbito de la imagen y la estética, y sobre todo, está dispuesta a ser feliz.
Lourdes P. Bouton